En estos tiempos, parece que la atención es una de las palabras que más eco tienen entre educadores, formadores, docentes, entrenadores, etc… Como, un elemento tan indispensable en nuestro desarrollo como personas, “desaparece” o hay problemas para que aparezca?
Realmente la complejidad de la atención es enorme, está inmersa en un proceso dinámico, multimodal y jerárquico, que facilita el procesamiento de información, seleccionando los estímulos pertinentes para dar una respuesta cognitiva, sensorial y motora (Portellano 2005).Pues bien, con todo esto claro, significa que esto ha cambiado en las personas? Antes de contestar, veamos dos situaciones más.
Sabemos que la atención consiste en mantener la capacidad de vigilancia y concentración durante un periodo más o menos constante en el tiempo. Y claro, mantener un mismo foco atencional durante ese tiempo conlleva un gran esfuerzo, (primer punto para nuestro cerebro, el ahorro energético) además de que debemos desechar otra información sensorial menos importante.
Los canales que funcionan en ese maremágnum de información, en simbiosis con la atención, son las piezas del motor que ayudan a funcionar correctamente el proceso atencional. Para el ser humano, el más importante es el sistema visual, por tanto si este sistema no está en óptimas condiciones, ralentizará, parará o simplemente hará que la atención no aparezca.
Bien, pues vamos con otro punto más. En mayor o menor medida todo el sistema sensorial con su respuesta cognitiva está relacionada con los diferentes tipos de atención (si, hay varios, somos así de importantes). Por tanto el sistema sensorial debe estar en funcionamiento, de manera correcta, el mayor tiempo posible.
Después de estos términos, definiciones, etc… Llegamos a la conclusión de que la atención, sin los sentidos en perfecto estado, recogiendo estímulos, sin una percepción visual y su relación con la memoria visual, disminuye su función o trabajo.
Resumamos y recopilemos:
La atención como proceso, con una implicación psicológica en la integración, una implicación mayoritariamente visual en su parte sensorial, con una implicación cognitiva en el aprendizaje y memoria, y una respuesta motora, es un proceso complejo. Por tanto, en su complejidad es importante reforzar todos los aspectos que consideremos necesarios para su mejora.
Como vemos, hay varias áreas de trabajo donde definir la debilidad de los eslabones de la atención. Pueden ser de estímulo, que es importante para quien lo recibe?, pueden ser sensoriales/funcionales, lo reconozco bien?, con la suficiente velocidad?, pueden ser cognitivos, que me implica en la respuesta a partir de mis aprendizajes anteriores?..….
Al final, debemos entender que, la capacidad de mantener la atención, como mecanismo activo e individual, además de sufrir variaciones, se va modificando a través de la práctica y experiencia. Por tanto, la mejora de los aspectos que no funcionan (primero pues identifiquemos los que fallan) desde etapas tempranas, favorecerán un mejor desarrollo en la capacidad atencional y su adaptación a nuevos medios.